La rinoplastia, comúnmente conocida como cirugía de nariz, es una operación que muchas personas eligen porque no están conforme con el tamaño o la forma de su nariz. Sin embargo, no es el único motivo por el cual se hace la cirugía. De hecho, una buena rinoplastia realmente puede ayudar a quien tiene dificultad para respirar o problemas en los senos paranasales, pues un tabique desviado con frecuencia es la causa de ello.
El tabique es la delgada pared que está dentro de la nariz y separa los dos orificios nasales. Cuando este tejido está desviado, quiere decir que se desplaza hacia uno de los dos lados de la cavidad nasal y tienen tamaños diferentes. En casos muy graves, una persona con este problema puede terminar con muchas infecciones sinusales, congestión de los senos paranasales e incluso problemas para respirar.
Arreglar el tabique nasal es importante para muchos, pues mejora su calidad de vida y reduce la incidencia de infecciones nasales y sinusales, las cuales pueden ser muy debilitantes. La nariz también puede terminar dañada tras un accidente y la rinoplastia puede ayudar a remodelar las estructuras para crear una nariz estéticamente agradable que funcione bien.
La rinoplastia puede ayudar a corregir muchos problemas cosméticos asociados a la nariz. Por ejemplo, hay personas que consideran que tienen la nariz torcida o demasiado larga, otros puede que quieran estrechar sus orificios nasales o enderezar el puente nasal. La rinoplastia puede ayudarte a sentirte más confiado y mejorar tu autoestima.
Tipos de rinoplastias
Hay dos tipos principales de rinoplastias: abierta y cerrada. La rinoplastia cerrada es siempre la más preferible porque las cicatrices no serán visibles desde la parte externa, pues todas las incisiones se hacen dentro de la cavidad nasal.
Si bien una rinoplastia cerrada puede funcionar en muchas personas para poder cambiar el tamaño y la forma de la nariz, no siempre es el caso. A veces es necesario un método más invasivo y se usa la rinoplastia abierta, en la cual la columela nasal se corta y se tira de la piel del cartílago nasal.
Tu cirujano podrá determinar qué tipo de procedimiento funcionará mejor en tu caso. Probablemente en los casos más complejos, la mejor opción sea la rinoplastia abierta.
¿Cómo te preparas para una rinoplastia?
En la consulta, tu médico tomará notas sobre tu nariz y todas las estructuras involucradas que podrían verse alteradas por la rinoplastia. Con frecuencia, puede ser necesario tomar muchas fotos y el doctor te pedirá tu historia médica completa.
También es importante dejar de tomar ciertos medicamentos, como analgésicos como ibuprofeno y aspirina, unos 14 días antes de la cirugía. Esto se debe a que estos medicamentos tienden a aumentar tu tendencia a sangrar, lo cual podría incrementar los riesgos de tu cirugía.
Recuperación de una rinoplastia
La recuperación será un poco más lenta si se utiliza anestesia general y a medida que el procedimiento sea más complejo. La nariz tendrá una férula que mantendrá su estructura y posiblemente tendrás algo de dolor y sangrado después de la operación. La recuperación normalmente toma una semana para la mayoría de los pacientes y los resultados tienden a ser buenos.